El armario intercambiable

Un armario intercambiable es un armario inteligente. Piense en su armario: es probable que tenga varias prendas que no se pueden combinar con otras. Esto es ineficaz, no sólo ocupa más espacio, sino que además cuesta bastante más. El objetivo es que cada prenda combine con casi todo lo demás. De este modo, también te resultará más fácil llevar poco equipaje cuando viajes. Así que, sin más preámbulos, aquí tienes la guía para crear un armario totalmente funcional e intercambiable.
Evalúe su vestimenta
El primer paso para crear un armario intercambiable es hacer balance de la ropa que tienes actualmente. Así te desharás de lo que te sobra, dejarás sitio para nuevas prendas y te harás una idea de la dirección que está tomando tu armario.
Es importante deshacerse de la ropa innecesaria. Esto incluye piezas que ya no te quedan bien, que han pasado de moda o que pueden caracterizarse por el pensamiento "¿en qué estaba pensando?". No te aferres a una prenda que nunca te pondrás sólo porque el dinero invertido en ella te hace sentir obligado a hacerlo. Si no te la vas a poner, no importa cuánto te hayas gastado.
A continuación, echa un vistazo a la ropa que tienes y que no te pones porque necesita arreglos o ajustes. Haz una pila con las prendas que necesitan arreglos, cremalleras o cualquier otra cosa. De este modo, podrás arreglar estas prendas de una sola vez y devolver algo de vida a tu armario.
Por último, piensa en reutilizar algunas prendas que ya no te pongas. Que los pantalones de un traje viejo ya no te queden bien no significa que no puedas combinar la chaqueta con unos vaqueros y una camiseta.
Una vez que hayas hecho estas evaluaciones, comprenderás mejor qué le falta a tu armario, en qué es fuerte y el aspecto general que estás construyendo.
Piezas de grapa
Ahora que ya tienes una idea de hacia dónde te gustaría dirigir tu armario, es hora de establecer las prendas básicas en las que siempre puedes confiar. Cuando reúnas estas prendas básicas, piensa en prendas sencillas que combinen con todo. Deben quedar bien, aunque no resulten abrumadoras por sí solas.
Las prendas básicas varían de un hombre a otro; son producto de su propio estilo personal. Sin embargo, un buen traje oscuro, azul marino o gris marengo; unos vaqueros resistentes; una americana; media docena de camisas de vestir lisas o ligeramente estampadas, preferiblemente blancas o azul claro; un jersey ligero de color liso; dos pares de pantalones de vestir; y dos pares de zapatos informales.
Esto no quiere decir que tu armario deba encarnar un estilo modesto, todo de colores neutros. No, esto te ofrece una base a la que puedes añadir piezas potencialmente más excitantes. La idea es establecer un núcleo central de prendas que combinen bien con otras, no blanquear la personalidad de tu armario.
Expansión
Una vez que tu armario tiene una base sólida, es hora de empezar a diversificarlo y añadir piezas que varíen su tono. El objetivo de la expansión no es simplemente añadir piezas que ya encajan con la naturaleza de tu armario, sino Encuentra prendas que amplíen tu estilo y, al mismo tiempo, combinen con lo que ya tienes.
Por ejemplo, un hombre cuyo estilo personal se centra en los vaqueros y las camisetas. Una forma fácil de ampliar este armario sería añadir cosas que sigan encajando en esta mezcla, como chaquetas de traje y americanas. De este modo se mantiene el estilo original, al tiempo que se crea cierta profundidad y se amplía la gama de dichos vaqueros y camisetas.
Elementos decorativos que marcan su estilo personal
Siguiendo con el concepto de expansión, el siguiente paso en la creación de un fondo de armario intercambiable es darle un aire único a través de las piezas decorativas. Pequeñas variaciones pueden alterar drásticamente un conjunto. Los vaqueros y la camisa antes mencionados tendrán un aspecto totalmente distinto si se combinan con un cinturón negro y un reloj plateado o con unas botas vaqueras de cuero marrón.
Las piezas de acento pueden incluir:
* Corbatas
* Joyas (relojes de pulsera, gemelos, alfileres de corbata, etc.)
* Zapatos
* Cinturones
* Ropa exterior (abrigos, gorros, bufandas, etc.)
Complementos sencillos como éstos aportan variedad y personalidad a tu vestuario. Ayudan a expresar su estilo personal de forma sutil, sin que resulte abrumador comprarlos ni supongan una carga excesiva para el bolsillo.
Pero las piezas de acento no sólo adoptan la forma de estos accesorios más discretos. Siempre hay sitio en el armario para piezas más grandes que son demasiado llamativas para ser consideradas parte de tu fondo de armario. Una camisa con un estampado colorido puede resultar demasiado llamativa para un look de diario, pero si la combinas con unos vaqueros y una chaqueta sencilla, habrás creado un conjunto estupendo.
La mayoría de los looks serán una mezcla de algunas prendas básicas y de acento. No te sientas obligado a exagerar con las piezas de acento; con un poco se consigue mucho. Unas buenas prendas básicas solo requieren un número limitado de complementos.
Calidad sobre cantidad
Por último, a la hora de comprar es importante dar prioridad a la calidad sobre la cantidad. Aunque pueda resultar tentador comprar varias camisas baratas, al final les darás menos uso que a una sola prenda de calidad. Además, si compras en exceso ropa de baja calidad, tendrás menos fondos para invertir en buenas prendas.
A la hora de comprar, es importante tener en cuenta el ajuste y el tejido.
El ajuste es esencial. Si una prenda no te queda bien, no te quedará bien. Además, no te sentirás cómodo con ella y, por consiguiente, no la llevarás tanto como si te quedara bien, ni deberías hacerlo. Compra prendas que te queden bien o que se puedan adaptar fácilmente.
El tejido está directamente relacionado con la calidad. Las telas gruesas y suaves son más naturales y duran mucho más que las finas y baratas. Tenlo en cuenta a la hora de comprar. También hay que tener en cuenta la confección de la prenda. ¿Por qué comprar algo que se va a deshacer en la lavadora tras un puñado de lavados?
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Ahí lo tienes: tu propia guía para crear un armario dinámico e intercambiable. Echa un vistazo a tu vestuario actual y actúa. Céntrate en tu estilo personal y amplíalo. Elija calidad en lugar de cantidad. Sigue estas pautas y te verás más elegante que nunca, rara vez con el mismo conjunto dos veces, pero con suficiente dinero en la cartera para tomarte unas copas después de la cena.

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